domingo, 12 de agosto de 2007

Fahrenheit 451

Tras un breve descanso por algunas ciudades del norte de España, vuelvo con ganas de colgar posts. Ayer mismo terminé de leer las Crónicas Marcianas de Ray Bradbury (aunque eso lo contaré más adelante) pero el libro de este genio de la Ciencia Ficción que toca hoy conocer es el que relata los aciagos episodios ocurridos entre las páginas del clásico Fahrenheit 451. Para aquél que no lo sepa, la temperatura a la que las páginas de los libros entran en combustión es 451 º Fahrenheit (equivalente a los 233º C). Bradbury miró a su alrededor y vio una América cada vez más estúpida, con menos interés por leer, más preocupada por comprar televisores que crecen cada vez más rápido (algunos de estos temores se están haciendo realidad) e imaginó su país gobernado por tiranos que ordenaron la quema de todos los libros de América. Los bomberos ya no son necesarios (las casas son ignífugas) y su nuevo trabajo es el de quemar todo lo que pueda hacer volar la imaginación del hombre. Parece mentira que con historias de ciencia-ficción distópicas tan inmejorables como ésta, se tienda más a lo fácil y lo cutre remedando cuentos de grandes autores y convirtiéndolos en basura para el cine (hablo de NEXT, la "adaptación" del cuento clásico de Philip K. Dick, El hombre dorado), ¿será que Ray Bradbury tenía razón? Si fuera así, ¿podríamos ivir en un mundo donde leer es sinónimo de exclusión y donde guardar libros es una razón más que suficiente para dejar que ardas con tus ejemplares?

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